martes, 23 de junio de 2009

No te echaría tanto de menos si no fuese por tu sonrisa, por,tu mirada, por tus palabras, por tus abrazos, por tus caricias, por tus besos...
Desde el momento en el que me diste el primer beso se que estuve condenada a ti. ¿Pero sabes qué? Jamás estuve tan contenta de sentirlo. Sentir que eres lo más bello que me ha pasado, que eres el viento que mueve mis ramas, la canción que nunca acaba, el motor de mi alma, la hoguera que nunca se apaga, la voz que nunca calla, la lluvia que nunca cesa, la hora que nunca termina, el beso que dura una eternidad, lo que jamás se ha escrito, lo que ni se decir con palabras, ni lo que se decir con cada sincero beso que doy...

jueves, 15 de enero de 2009


Eres mi pasión, todo lo que ansío. Eres mi cálido verano, mi primavera a punto de florecer. Eres la luz que ilumina mi camino, mi Dios, mi alma, mi ser. Eres aquello que tanto deseaba, lo que necesitaba, aquello que me volvía loca por las noches cuando reflexionaba, eres mi razón perdida, mi fantasía, mi dolor, mi alegría. Eres un sentimiento que corre por mis venas disfrazado de nombre propio. Eres la persona que he logrado ser, y que ahora te necesita para completarse. Eres mi destino, aquella persona para la que he nacido, mi amado en la Divina Commedia de la vida. Eres la llama eterna que me quema el corazón, que está como loco por darte calor, por demostrarte todo lo que ama, por decirte una y otra vez que es tuyo, solo tuyo, y que lo será siempre, pase lo que pase.

Tuya.

Simplemente tuya.

¿Qué me ha hecho perder tanto la cabeza como para entregarme en cuerpo y alma a un solo ser? Tu. Eres tú. Es tu mirada, tus labios, tu forma de besar. Tus abrazos, tus caricias, tu cuerpo, tu alma, la persona que eres, tus palabras, la ley que rige en ti, tu amor. Es tu alma que me cautiva, es tu forma de agarrarme que me eleva sobre el cielo, es la paz que me transmites, es el miedo que me quitas a lanzarme al vacío, es el futuro al que estoy dispuesta a entregarte con tal de que lo compartas conmigo. Es mi corazón que te pertenece y que no puedo controlar. Eres mi éter, mi droga, mejor que cualquier otra. Eres todo aquello por lo que me despierto con una sonrisa en el rostro. Eres el cuerpo que quiero acostar cada noche y despertar cada amanecer, quiero abrazarte y besarte todo lo que pueda, tenerte a mi lado en lo bueno y en lo malo.
Quiero ser tu compañera, tu amiga, tu confidente, tu maestra y tu discípula al mismo tiempo. Quiero robar la Luna para regalártela a ti, quiero detener el tiempo cuando nos abrazamos, cuando nos besamos, quiero que este momento jamás acabe, que nunca perdamos esta pasión que nos pierde en un mar de locura y amor, que jamás dejemos de bailar la melodía de nuestros latidos. Quiero serlo todo para ti, y que nunca dejes de mirarme, de sonreírme y hablarme como lo haces, pues yo nunca lo haré, porque te amo y se que lo haré siempre. Quiero hacerle sombra al Sol con la luz con la que me iluminas y congelarlo con el calor que me das. Arrasar el mundo con el amor que me das, secar océanos con la sed que tengo de ti y saciarme con tus besos. Quiero llevar nuestras malas experiencias al cajón del olvido y empezar de cero, como el primer amor, como el único, como el que sabe amarme, con el que lo sabe todo de mí y yo de él. Quiero que esto sea perfecto siempre, como lo está siendo, y que nos aguarde una vida dichosa en la que pasado un montón de años pueda mirarte y decirte desde lo más hondo de mi alma: Te Amo.